Esta Administración inició su Gobierno el 1 de enero. Van 7 meses y 23 días de mandato, un tiempo suficiente para reconocer las problemáticas del municipio y las debilidades que quedaron de la Alcaldía pasada, con un plus, y es que algunos concejales que estuvimos en el control político de la pasada Administración ya habíamos denunciado muchas situaciones complejas que estaban pasando, es decir, que la Administración actual tenía un gran avance del panorama con el que se iba a encontrar.
Ocho meses de Gobierno es poco tiempo para resolver los problemas que dejó la pésima Administración de Carlos Mario, y mucho menos para organizar problemas estructurales que por muchos años han aquejado al municipio, la planificación territorial, la salud mental o la infraestructura peatonal, entre otros.
Para lo que sí debieron servir esos meses de Gobierno fue para hacer contrataciones en temas coyunturales que requieren una atención prioritaria de la Administración, pero a hoy eso no ha pasado. Lo digo, por un informe presentado por la misma Alcaldía, con fecha del 31 de julio, justo cuando terminábamos el segundo periodo de sesiones ordinarias, donde informaba la ejecución presupuestal de sus dependencias a corte del 30 de junio. A partir de esas cifras me gustaría hacer un par de reflexiones.
Las secretarías de Planeación y de Movilidad tienen porcentualmente un avance de ejecución del 19% y 27% respectivamente. A mi juicio, es bajo para el tiempo que queda del año, aunque tienen otro recurso ya comprometido, que seguro les hará aumentar su porcentaje de ejecución. El resto de las secretarías tienen ejecución por encima del 30%. En total y hasta la fecha, el Municipio ha comprometido el 40% de presupuesto y a este paso la ejecución va a quedar muy colgada.
Lo que llama la atención y nos preocupa es la ejecución de las oficinas de la Juventud y de la Discapacidad. Al 30 de junio, han ejecutado el 0% de sus presupuestos. Además, tienen 0% de presupuesto comprometido, es decir, con toda franqueza, no se ha hecho nada. Por más actividades y procesos que se quieran llevar a cabo, se necesita dinero para poder hacerlos y con esta información, que la misma Administración presenta, no creo que pueda mostrar muchos resultados.
La Oficina de la Juventud tiene dos mil millones, y la Oficina de Discapacidad 979 millones, sus objetivos son netamente sociales y atienden a población en muchos casos vulnerable. Vale la pena preguntarnos qué ha pasado con esas personas en lo que va del 2024 y cómo se han atendido si no se ha ejecutado nada. Esperamos que los llamen a control político lo más rápido posible para que den las explicaciones.
Como cereza del pastel, está el programa de Vivienda, que tiene 3.730 millones de presupuesto, y a la fecha tiene 0% de ejecución. Según los diagnósticos del Municipio, tenemos déficits cualitativos y cuantitativos muy significativos que atender, y la plata quieta.
Espero no se repita lo que nos pasaba con Carlos Mario, que sus secretarios no ejecutaban el presupuesto y después presentaban un proyecto acuerdo de Recursos del Balance con muchos recursos, pero para invertir en lo que se les da la gana y dejando de lado el tema social.