Una de las grandes decisiones de Elsa Noguera de la Espriella, gobernadora del Atlántico, fue incluir en su Plan de Desarrollo una estrategia denominada Campo a toda marcha, que pretendió, como en efecto se esta realizando, la creación e implementación de los Distritos Agroindustriales que no buscan otra cosa que la agricultura de el gran salto hacia la industrialización, que tenga valor agregado, que deje de ser solo productora de materia prima y sea un importante polo de desarrollo que jalone un bienestar a largo plazo para los pequeños y medianos productores.
Es increíble que Colombia con dos mares, con abundante recurso hídrico, con todos los pisos términos aptos para la agricultura, siga, en su gran mayoría de tierras hábiles, sembrando para vender, muchas veces sin saber a quién, en vez de impulsar la filosofía, que se ha implantado bajo la tutela de la gobernadora Noguera, de vender para sembrar, es decir, tener unos cultivos con una compra garantizada, sin depender de los vaivenes del mercado ni de las inclemencias del tiempo.
En días pasados, se realizó el lanzamiento de un proyecto que revolucionará la agricultura colombiana, el cual servirá de marco para que en otras regiones se adopte y así convertir al país en una potencia agroindustrial.
La Gobernación del Atlántico en una alianza estratégica con el grupo Bean & Co, de origen israelita, puso en marcha el Distrito Agroindustrial de Santa Lucía y Suan y con el apoyo del Banco Agrario, se ha iniciado la siembra de 1.500 hectáreas de cacao, que impactarán a más de 210 familias, quienes se beneficiarán con programas de asistencia técnica en tecnologías de punta, en producción agrícola y sistemas de riego, generando una transferencia de conocimiento en innovación agrícola nunca antes vista en el país. Ya están vinculadas al distrito las primeras seis asociaciones que reúnen un total de 43 agricultores y 200 hectáreas para la siembra de cacao y plátano.
El grupo israelita LR y Bean &Co, ampliamente reconocido por su experiencia internacional en gestión agrícola, comprará la totalidad de la producción durante 25 años, con base en los precios internacionales. Este grupo invertirá aproximadamente 40 millones de dólares en el Atlántico, 20 de ellos para la compra de mazorca de cacao y plátano y 20 millones en el montaje de una planta, con la más novedosa tecnología, para la transformación en agua de cacao, harina de cacao y cacao seco, productos que tienen un mercado internacional garantizado. La planta tendrá una capacidad para procesar 50.000 toneladas de mazorcas de cacao al año y generará 90 empleos directos.
El Distrito Agrícola de Santa Lucía-Suan cuenta con las condiciones climáticas adecuadas para la producción de un cacao de excelente calidad, dadas las buenas temperaturas y los pocos días de lluvia que en este lugar se dan, además de una buena radiación, sin vientos fuertes ni peligro de heladas y disponibilidad permanente de agua.
El acuerdo histórico que se acaba de celebrar entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y Fedegán, para la compra de tres millones de hectáreas, una verdadera reforma agraria que el país reclamaba y necesitaba, tienen en este proceso que se está implementando en el Departamento del Atlántico un modelo digno de imitar. Hay que construir sobre lo construido. No hay necesidad de inventar nada. Solo tener la voluntad de replicar aquellas iniciativas bien concebidas como la que acabamos de reseñar. ¡Colombia por fin será una potencia mundial agroindustrial! Es un proceso irreversible. Se están dando las condiciones para este milagro.