Cada cuatro años, según lo determina la Constitución, se renuevan las autoridades públicas locales. Semanas anteriores fuimos testigos de la posesión e inicio de labores de los alcaldes y concejales del período 2024-2027, quienes fueron elegidos democráticamente a través del voto popular. En los próximos días se realizará la elección de personeros en todos los municipios de Colombia, cargo que, si bien es más desconocido que los anteriormente mencionados, su importancia es enorme para el desarrollo de la sociedad.

Las Personerías son una institución con una amplia tradición en el país, su participación ha sido protagonista en la defensa comunitaria y en la veeduría del accionar estatal, tendiendo a su cargo grandes objetivos, contemplados en la amplia normativa que las rige, entre los que se encuentran ser agentes del Ministerio Público, es decir, son voceros de la ciudadanía para garantizar el cumplimiento de la ley y la justicia, velar por los derechos humanos, hacer el seguimiento a las actuaciones que realizan los funcionarios de la administración municipal, fomentar la transparencia en el gobierno, entre otras importantes funciones. 

Las relaciones entre las localidades y la Nación son de incumbencia de los personeros. Cada vez más el presidente, Gustavo Petro, desconoce las autoridades territoriales, clasificando a los actuales mandatarios entre quienes son sus amigos y los que no; pero más allá de los interés políticos se encuentran las necesidades de los ciudadanos, por lo tanto, las Personerías están invitadas a levantar sus voces mediante acciones legales, rechazando la negligencia administrativa y defendiendo las demandas sociales ante el Gobierno central. 

La elección de personeros surge de un proceso meritocrático, debido a que los aspirantes se someten a diferentes pruebas, como un examen de conocimientos que equivale al 60% y es eliminatorio, una prueba escrita para evaluar aspectos comportamentales (15%), la valoración de antecedentes profesionales (15%), finalmente el concejo aplicará una entrevista con un peso del 10%, siendo designado quien obtenga el mayor resultado de toda la competencia.  Por lo tanto, la selección de los personeros es el resultado de un arduo proceso, el cual debe realizarse de manera juiciosa y con todo el rigor necesario, de lo contrario, podría viciarse la elección y generar traumatismos institucionales. Recordemos que los personeros de Viterbo, Anserma y Riosucio en el año 2020 fueron destituidos de su cargo por el Tribunal Administrativo de Caldas, por un mal procedimiento en el concurso, haciendo que la ESAP repitiera el proceso. Solo en el caso de Riosucio retomó la misma persona al cargo, en los otros dos municipios fueron nombrados otros profesionales.

Además que, en Manizales, el Consejo de Estado en octubre de 2021, ratificó la elección del personero, Fernando Arcila Castellanos, después de un largo litigio jurídico, luego de que el Tribunal Administrativo de Caldas en primera instancia declarara nula su elección debido a presuntas anomalías en la calificación realizada por el Concejo.

Estas situaciones, deben ser motivo de reflexión de los concejales, quienes tienen la gran tarea de realizar la elección de personeros, buscando que el proceso se desarrolle sin los vicios de forma a los que está expuesto, sumado a que es necesario evaluar con detenimiento cada una de las hojas de vida de los aspirantes, lo que está en juego es muy importante, por ello, se deben elegir los mejores, tanto en su accionar profesional como humano. Las localidades requieren una adecuada salvaguarda de los derechos humanos, fortalecer la institucionalidad pública para que sea más eficiente y que las comunidades sean escuchadas en todas las instancias del Estado, siendo estas las labores que deben desempeñar cabalmente nuestros personeros.