El escritor colombiano, Alonso Sánchez Baute en su reciente y maravilloso libro “la mirada de Humilda”, obra dedicada a su mascota fallecida, afirma que “el hombre debe aprender más de los animales, que los animales del hombre; por eso, tal vez pretendemos humanizarlos, para no sentirnos tan mal cuando confirmamos que ellos son más sabios que nosotros”. Esta situación nos invita a reflexionar acerca del papel fundamental que los animales ejercen en la sociedad, siendo cada vez más protagonistas en la vida de las poblaciones, por lo tanto, se deberán generar los mecanismos para garantizar su integridad y bienestar a través del establecimiento de corresponsabilidades entre el gobierno y la ciudadanía.
El Estado es el garante de la vida en el territorio, este aspecto incluye a los animales, a los cuales, de acuerdo con la Constitución Política de Colombia, se deberá brindar la integridad de las especies silvestres y domésticas, determinándose estrategias para que de acuerdo con sus particularidades se garanticen sus derechos. En los municipios, de acuerdo al artículo 119 de la ley 2054 de 2020, las alcaldías tienen la obligación de establecer mecanismos para el bienestar animal, para ello, entre otros, deben establecer el funcionamiento de albergues, los cuales, requieren del suministro de alimentos, medicamentos y aseo, además de personal que garantice su salud y cuidado, de esta manera, se puede identificar grandes esfuerzos en las pequeñas poblaciones para poder garantizar la dignidad de los animales abandonados y en condición de calle.
Los ciudadanos también nos encontramos llamados a brindarles una vida digna a los animales, realizando una tenencia responsable y garantizando las condiciones necesarias para obtener su bienestar. Sin embargo, según el Observatorio de Protección Animal, el tipo de maltrato con mayor incidencia es negligencia (41%), seguido de abandono (34%), maltrato físico (15%), abuso sexual (5%) y sobreexplotación (5%).
Esta situación, requiere de la construcción e implementación de políticas públicas que determinen las acciones a ejecutarse, para impactar sobre las condiciones de vida de los animales, incluyendo responsabilidades por parte del Estado, las empresas y la sociedad civil. En el departamento de Caldas, la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación ha construido la política pública de protección y bienestar animal, la cual fue presentada a la Asamblea para convertirse en Ordenanza, esta se constituirá en la hoja de ruta para garantizar los derechos de la fauna caldense.
Los principales aspectos que debe apostarle la política pública de bienestar animal en Caldas son:
1. Educación para el cuidado: pedagogía para que los ciudadanos realicen acciones encaminadas en la tenencia responsable, brindando protección y garantizando la integridad en los animales de compañía.
2. Conservación de la fauna silvestre: Corpocaldas adelanta estrategias para garantizar los derechos de estos animales, estableciendo acciones para combatir la caza, comercialización y maltrato. Se deberá establecer penas severas, alineadas con el Código de Policía, para los causantes de daños en la vida de esta población.
3. Bienestar animal: se garantizará el albergue de los animales en condición de calle, para ello, se generarán sinergias entre los diferentes niveles del gobierno para brindar su adecuada operación y financiación.
En Supía, la Alcaldía invirtió más de 25 millones en la adecuación del albergue municipal, el cual tiene un cumplimiento del 81.50%, de acuerdo con la Dirección Territorial de Salud de Caldas. Con la gestión de la diputada Jessica Quiroz se presentó ante la Secretaría del Medio Ambiente de Caldas la propuesta de modernización y mejora del mismo, que atiende a más de 35 peluditos abandonados, siendo aprobado, para posteriormente pasar a etapa de ejecución.
4. Jornadas de adopción y esterilización: el gobierno en alianza con la empresa privada, la academia y la sociedad civil deberán fortalecer la realización de actividades que fomenten la salud animal, además de procurar el fortalecimiento de una cultura de adopción por parte de la ciudadanía.
5. Gobernanza por la integridad animal: en todos los municipios se fomentará la toma de decisiones de manera participativa acerca del bienestar animal, incluyendo a organizaciones, asociaciones y personas que tiene como propósito la defensa de la vida y sus derechos, en el que se involucre a empresas con incidencia en el territorio.
El amor que le tenemos a los animales requiere que se manifieste en acciones concretas para ellos, es necesario que la política pública de bienestar articule tanto al gobierno, las empresas y los ciudadanos, y de esta manera otorgarle sus derechos y garantizarles una vida digna.