Foto | Cortesía | LA PATRIA
La salud en emergencia: clínicas cierran y pacientes quedan a la deriva en el Eje Cafetero.
La atención en salud en el Quindío enfrenta una de sus peores crisis. Más de 240.000 usuarios de la Nueva EPS están en riesgo tras el cierre de servicios en la Clínica San Rafael, tanto en este departamento como en Risaralda.
La situación ha generado una gran preocupación entre los ciudadanos y las asociaciones de usuarios, que alertan sobre el colapso del sistema.
Hospitales saturados y atención en riesgo
Roberto Acosta Garcés, presidente de la Asociación de Usuarios del Quindío, denunció que la red de atención ha quedado en extremo debilitada. La Clínica San Rafael, una de las pocas con capacidad de alta complejidad en la región, era un pilar fundamental en la prestación de servicios.
Con su cierre, los pacientes están siendo redirigidos al Hospital San Juan de Dios y a la Clínica La Sagrada Familia, lo que ha generado una sobrecarga que compromete tanto la oportunidad como la calidad de la atención médica.
“La situación es muy crítica. La disminución de servicios en la San Rafael es un golpe muy duro para los pacientes de la Nueva EPS”, aseguró Acosta.
Incumplimiento de compromisos y desacato judicial
Pese a que se había establecido una mesa de trabajo con la Defensoría del Pueblo, el Puesto de Mando Unificado (PMU) y otras entidades para exigir el cumplimiento de compromisos por parte de la Nueva EPS, los acuerdos no se han cumplido. El plazo fijado para el 25 de julio pasó sin avances significativos.
Adicionalmente, se conoció que las directivas de la Nueva EPS y los interventores designados por el Gobierno Nacional habrían incurrido en desacato a una tutela, lo que derivó en una orden judicial de arresto contra algunos de ellos.
Problemas con medicamentos y reembolsos
Otro de los puntos más sensibles tiene que ver con la entrega de medicamentos. Los operadores farmacéuticos presentan numerosos pendientes que, si no se entregan dentro del tiempo estipulado, pierden validez.
Esto obliga a muchos pacientes a pagar los medicamentos de su propio bolsillo, esperando luego un reembolso. Sin embargo, si el soporte (tirilla) vence antes de realizar el trámite, existe el riesgo de perder el derecho a la devolución del dinero.
“La gente está gastando de su bolsillo para comprar los medicamentos y luego se arriesga a que no le devuelvan ese dinero”, advirtió Acosta.
Silencio institucional y falta de respuestas
A pesar de la gravedad de la crisis, la Nueva EPS no ha emitido un comunicado oficial que explique su posición frente a la situación en el Quindío y Risaralda. En las últimas horas se conoció un cambio en el agente interventor, pero aún no se conocen medidas claras que apunten a la solución del problema.
* Esta información es producto de la alianza entre el periódico LA PATRIA y el Canal Regional Telecafé.
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