Sarro
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Las bacterias nunca dejan de abundar en nuestra boca aunque mantengamos una excelente higiene, por lo que una persona que presenta manchas o caries se puede decir que es algo muy común hoy en día, la diferencia está en cómo se combaten estos problemas.

Actualmente tener una buena presentación en los dientes dice mucho para las otras personas, estamos en una época donde la primera impresión es importante, donde los ambientes sociales y laborales se han vuelto más estrictos en cuanto a la apariencia personal, las personas tratan de cuidarse aún más, sin embargo hay enfermedades y patologías bucales con las que son difíciles de luchar por sí mismos y requieren de ayuda profesional tal como el cálculo dental o más conocido como sarro.

 

¿Qué es el sarro dental?

Segun la clinica dental Dentakay, “el sarro se reconoce como un depósito marrón o amarillo que se forma en los dientes ya sea por encima o debajo de las encías, en pocas palabras es placa que se endurece y no puede ser removida con el cepillado diario”, la mala higiene bucal es uno de los mayores causantes de esta patología y una vez que este proceso ocurre no hay vuelta atrás, el paciente deberá hacer una visita al profesional odontológico para que el pueda remover esta dura placa por medio de instrumentos especiales que solo ellos pueden tener.

 

Causas de la formación del sarro

  • Se causa gracias a las bacterias que se pegan al momento de consumir alimentos, más que todo los altos en azúcares, almidón o bebidas oscuras.

  • Los malos hábitos de la higiene diaria también son una de las mayores causas del sarro en los dientes, por lo que es fundamental no solo aprender a limpiar los dientes después de cada comida, sino aprender las técnicas correctas de cepillado y el uso del hilo dental para remover cualquier indicio de placa bacteriana.

  • Debido al consumo de té, café o vino tinto el sarro va creciendo ya que al ser pegajoso, absorbe el color de estás bebidas y causa que los dientes se vuelvan amarillos o marrones.

  • Las caries también son causa segura de la aparición del sarro dental.

 

Tipos de sarro dental

  1. Sarro supragingival: Se detecta este tipo de sarro cuando la placa manchada y dura se encuentra por encima de la línea de las encías.

  1. Sarro subgingival o infragingival: Se da cuando el cálculo dental se encuentra por debajo de las encías.

 

Consecuencias de tener sarro en los dientes

El sarro es el hábitat perfecto para las bacterias, por lo que siempre la placa debe ser eliminada para evitar enfermedades en la boca. Entre las principales consecuencias del sarro están:

  • La aparición de la gingivitis, que es la inflamación de las encías.

  • Sufrir de halitosis o mal aliento en la boca.

  • El sarro promueve las caries ya que la bacterias liberan un ácido que debilita el esmalte de los dientes.

  • Produce periodontitis, que es la que destruye el hueso y causa movilidad y pérdida de los dientes afectados.

  • Aparición de enfermedades sistémicas como problemas cardiovasculares y digestivos.

Hay que tomar en cuenta que el sarro es un daño significativo para la dentadura y salud oral en general, aunque al principio parezca inofensivo, este no solo daña la estética dental haciendo que se vea una sonrisa fea y manchada, sino que también afecta o ayuda a promover el tejido gingival y aumentar el riesgo de enfermedades periodontales.

 

¿Cómo contrarrestar el sarro?

  1. Lo primero y lo más importante es mantener una buena higiene bucodental, recae en primeras instancias sobre el paciente está responsabilidad ya que este es el encargado del cepillado diario y del buen consumo de alimentos que no afecten la dentadura de manera traumática. Además, aprender sobre la manera correcta del cepillado es muy importante, como por ejemplo dividir la boca en 4 sectores y tomándose 2 minutos por sector para eliminar bien toda la placa bacteriana.
     
  2. La lengua también debe ser limpiada correctamente ya que en ella se acumulan grandes cantidades de bacterias, hay que cepillarla bien desde la parte interna hasta la punta.
     
  3. Cambiar de cepillo frecuentemente, no usar un cepillo dental más de 3 meses o si antes de este tiempo las cerdas están desgastadas comprar otro, ya que en ese estado el cepillo no cumple su función.
     
  4. Visitar al odontólogo al menos una vez cada 6 meses.

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