LA PATRIA | MANIZALES 

Libres, pero atentos a un posible proceso por tentativa de hurto calificado quedaron  las 4 personas señaladas la semana pasada de quitarle el celular a una mujer, dentro de una buseta de Socobuses, en la avenida Santander.

Como se recordará, el conductor y un auxiliar de Policía ayudaron a aprehenderlos y señalarlos, además de la afectada.

A ellos los llevaron a audiencia, en la que estuvo LA PATRIA. La captura se declaró legal, pero la juez decidió ordenar su libertad.

¿El motivo? Ni siquiera debieron llevarlos a audiencia porque el monto de la pena del delito que les endilgan no supera los 4 años.

Es de 24 meses y no permitía detenerlos. Además, las anotaciones que tienen son antiguas y no se mostró registro de posibles hechos de los últimos 3 años. Solo se debía pedir la legalización de la incautación de los celulares de los 4 señalados, para uso investigativo de la Fiscalía.

La juez, atada a la norma, tuvo que ordenar su libertad, legalizó la incautación de los celulares y solicitó las direcciones de estas 4 personas para efectos de notificación de lo que vendrá más adelante. Tampoco hubo imputación de cargos.
 

Al final, uno levantó las manos agradeciendo a Dios, otro se dio la bendición y las dos mujeres sonrieron.

El caso

La situación ocurrió la semana pasada dentro de un carro de Socobuses, sobre las 3:30 de la tarde, frente a la Universidad Católica.

Una mujer se vio encerrada por otras dos cuando intentó bajarse por la puerta delantera. 

Se corrió hacia la puerta trasera y estas señoras se fueron detrás. Un hombre simuló que se le caían las gafas, se agachó a recogerlas y tomó a la víctima de una pierna.

Al tiempo, una cuarta persona le jaló el bolso y le sacó un celular avaluado en $4 millones. La afectada gritó: "me robaron, de acá no se baja nadie". El conductor cerró las puertas. 

Los 4 afectados, antes de eso, corrieron y se repartieron por diferentes puestos. Incluso uno se ofreció a marcar al número del equipo hurtado para saber a quién le timbraba. Pero dijo que le rechazaban la llamada. Posteriormente le encontraron el equipo robado, debajo de su asiento.

El conductor discutió con estas personas porque les aseguró que identificó, por el retrovisor, lo que habían hecho.

Un auxiliar de policía llamó al 123, llegó el cuadrante y aprehendieron a los 2 hombres y las 2 mujeres, de Neiva, Cali y Pereira. Todos tienen anotaciones judiciales por diferentes delitos.

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