Camilo, de 37 años, tendrá que responder ante la ley por intimidación o amenaza con arma de fuego, hechizas, menos letales o arma blanca. Uniformados de la Policía de Villamaría lo sorprendieron el pasado sábado cuando intimidaba a una mujer en el barrio Villa 1.

A las 4:30 de la mañana, una patrulla recibió la llamada que avisaba sobre una supuesta riña. Al llegar a la carrera 3 con calle 12, observaron al hombre que salía de una vivienda. Detrás de él iba una mujer, residente en dicha propiedad.

Al ver a los agentes, ella les indicó que estaba descansando cuando sintió que golpeaban con fuerza la puerta. Al salir a mirar, observó a Camilo acompañado de un grupo de personas bastante alteradas, quienes pretendían ingresar a buscar a su yerno.

En ese momento, el sujeto le ordenó que le dijera al allegado que saliera, y sacó de la pretina del pantalón lo que parecía ser un arma de fuego, para intimidarla. Sin embargo, al ver que llegó la Policía, tiró el artefacto al piso.

Los uniformados vieron la intención de esconderlo y lo recuperaron. Se trataba de un arma traumática con su proveedor y cinco cartuchos. Lo capturaron y la afectada lo denunció por las amenazas. El capturado no cuenta con condenas ni antecedentes.

El delito de intimidación

Según el Código Penal, el que utilice arma de fuego; armas, elementos o dispositivos menos letales; armas de fuego hechizas; arma blanca para amenazar o intimidar a otro, incurrirá en prisión de 4 a 6 años de prisión, siempre que la conducta no esté sancionada con pena mayor.

Se entiende como arma de fuego hechiza o artesanal aquellos elementos manufacturados en su totalidad o parcialmente de forma rudimentaria o piezas que fueron originalmente diseñadas para un arma de fuego.