Leandro Ramírez Cifuentes y otro hombre identificado como William murieron el pasado martes en el municipio de Cayhuayna, en el departamento de Huánuco (Perú). Sicarios los atacaron a bala en el sector del Recreo Las Gardenias.

De acuerdo con el medio de comunicación Página 3, las víctimas trabajaban como prestamistas gota a gota. Se movilizaban en moto, cuando los atacaron a bala otros sujetos, al parecer, de la banda los Gallegos, una facción del Tren de Aragua, provenientes de Venezuela.

Huánuco Tu Ventana Informativa indicó que, según testigos, a los colombianos los interceptó una camioneta y posteriormente, dos sujetos en una moto los acribillaron. Se escucharon por lo menos 15 detonaciones.

Al parecer, las víctimas se habrían negado a pagar el dinero que les exigían para permitirles continuar con sus labores. Aunque el distrito de Pillco Marca se ha visto afectado por el aumento de los cobradiario, es la primera vez que se ocurre un crimen relacionado con ellos.

Aumentan extorsiones e inseguridad

En conversación de LA PATRIA con un miembro de Página 3, se estableció que a raíz de esto surgieron la extorsiones a pequeños comerciantes, bodegueros y vendedores ambulantes.

Añadió que las autoridades peruanas sí actúan contra los gota a gota y se han registrado capturas. A los detenidos los procesan por extorsión cuando hay amenazas y usura, al descubrirse el préstamo con elevados intereses.

De Leandro se supo que era natural de la vereda San Luis, de Marquetalia, y desde que salió del colegio, partió a Perú. Sobre William no se tiene mayor información, pero se cree que también era del oriente caldense.

En el centro de Perú

La provincia de Huánuco, en donde está Cayhuayna, se ubica en el centro de Perú, a 300 kilómetros de Lima, la capital peruana. Su actividad económica se basa principalmente en la agricultura y el turismo.

La banda de Los Gallegos

Según el Gobierno de Perú, los Gallegos serían los responsables de asesinar al presidente de la Asociación de Mototaxistas Nueva Generación de Santa Anita, Pedro Camargo Orihuela, y el dirigente de construcción civil de Lima Este, Pedro Castillo Loayza, quienes se negaron a cumplir con sus exigencias.

A sus miembros los vinculan con delitos como sicariato, trata de personas, extorsión, tráfico ilícito de drogas y lavado de activos.