Un soldado adscrito al Batallón de Alta Montaña No. 5 fue condenado a 43 meses de prisión en un centro de reclusión militar, tras ser hallado culpable de hurtar armamento y material de guerra en una operación realizada en zona rural del municipio de Pijao, Quindío. 

El militar, que estaba en servicio activo, se ausentó sin autorización el 11 de abril de 2024 y se llevó un fusil Galil con proveedor y 35 cartuchos calibre 5.56 mm, dotación oficial asignada a uno de sus compañeros.

Según la Fiscalía Penal Militar y Policial, el uniformado pretendía vender el armamento a un particular, conducta que representa una grave violación al régimen militar. 

Durante la investigación se estableció que el soldado no presentaba ningún trastorno mental, contaba con más de cinco meses de servicio y había sido capacitado sobre su rol como centinela y sobre el manejo de armas oficiales.

Por estos hechos, se le imputaron los delitos de hurto de armas y bienes de defensa en concurso con el delito del centinela, y tras solicitud de la fiscal del caso, el Juzgado 1203 de Conocimiento Especializado profirió la sentencia condenatoria.

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