Así es muy fácil
Señor director:
La valorización es una forma de financiar obras para embellecer la ciudad, para dar comodidad a sus habitantes, para crear bienestar y muchas, muchas más razones, pero, también hay que tener sentido común, mesura, consideración y respeto por los contribuyentes evaluando y analizando su capacidad de pago, que corresponde a los ingresos versus egresos, para poder vivir con alguna relativa dignidad.
La pobreza no está en las fachadas, vive y actúa dentro de las casas, que llamamos hogares. Existen sectores con perfiles de ricos por sus diseños arquitectónicos o son tradicionalmente habitados por familias de buen vivir; pero, una cosa son las apariencias y otra son las realidades y los seres humanos somos muy amigos de los maquillajes y tenemos razón, a nadie nos gusta ser pobre o que nos digan pobres.
Es fácil programar desde un pupitre obras que crezcan y engrandezcan la ciudad, es muy fácil imaginar el desarrollo de la ciudad con la plata ajena. Los administradores tenemos una palabra infaltable en nuestro diario planear: prioridades. Asimismo, se tiene muy en cuenta los indicadores de... Un ejemplo de indicadores del deterioro económico es el cierre de instituciones educativas que vivieron y florecieron tantos años en la ciudad y fueron desapareciendo paulatinamente por falta de estudiantes (Los Ángeles, LANS femenino, Divina Providencia).
Una cosa es ver desde la calle sectores bien presentados, con construcciones bonitas y al parecer cómodas, y otra es entrar a la intimidad para apreciar la realidad económica de las familias. Somos una sociedad arribista, con ínfulas de ricos. Cuando se habla de prioridades nos referimos a hechos tangibles que son verificables; calles y andenes fracturados, desbaratados, maltratados por el diario trajín de carros pesados como es el caso de la calle 50 de la Primavera a San Jorge.
Sí, es entendible que cada alcalde quiera dejar huellas de su paso como administrador de la ciudad, pero, ¿qué tal si se administra mejor lo que ya existe? Los parques a duras penas se podan, no se renuevan con jardines vistosos y atractivos, las basuras nos pintaron la cara. Se requieren campañas que formen verdaderos ciudadanos, que amemos la ciudad, que nos sintamos orgullosos de ella no por sus obras faraónicas, sino por lo nimio y elemental. Lo que se aprende de niño, se practica de adulto.
Antes de querer, hay que poder. Se requiere mesura, talento y sindéresis para identificar prioridades, poner cargas impositivas que puedan crear malestar por tener que atender pagos por obras que ni nos van a beneficiar dejando de lado las necesidades básicas de sobrevivencia. Lo pequeño se hace grande sin atosigar al pueblo, que es el paga.
Elceario de J. Arias Aristizábal
Traicionados por el autócrata
Señor director:
Muchos votamos por el doctor Petro porque nos parecía “menos pior” que el viejito Rodolfo y que “el águila descalza” (Fico), pero ahora nos sentimos engañados y traicionados por el presidente. Él se ha quejado más de una vez de sus ministros y altos colaboradores, en unos casos con razón, en otros sin ella. Parece un tirano autoritario, un reyezuelo, un sátrapa. Sus ideas y programas son progresistas y benéficos, pero los métodos y procedimientos se acercan a los del fascismo. ¡Qué retórica más elocuente, pero tan insultante, despreciativa y confrontadora!
“Compadezcámonos mutuamente del pueblo que obedece y del hombre que manda solo” (Bolívar, al asumir la dictadura de la Gran Colombia en 1828).
Ciudadano
Felicitaciones para Herragro en sus 65
Señor director:
Quiero enviar por este medio un mensaje de felicitación a la empresa Herragro por sus 65 años de estar forjando esperanzas para los trabajadores y desarrollo para la ciudad de Manizales. Tuve la suerte de pertenecer a esta gran familia por espacio de 44 años, en los cuales pude desarrollarme como persona y padre de familia . Bendiciones para todos.
Julio César Flor.
De dientes para afuera
Señor director:
Fue el compromiso que el presidente Petro firmó hace unos días con las cabezas de las instituciones del Estado y la cúpula del episcopado nacional. La voluntad de cumplirlo le duró menos de lo que dura un “suspiro” o merengue en la puerta de una escuela. Sigue insultando a diestra (a la oposición) y siniestra (a sus propios ministros y colaboradores), y empleando una retórica de odio.
Lector
Embajadores obreros
Señor director:
El presidente Petro le ordenó a la entonces canciller Laura Sarabia abrir la posibilidad para que los obreros pudieran ser designados embajadores. Los países que los recibirían ¿sí darían su beneplácito? Puede que esta bizarra iniciativa se aplique con éxito en uno o dos casos, pero una sola golondrina no hace verano. El presidente está demostrando que el sentido común es el menos común de los sentidos. “The right man in the right place”, el hombre preciso en el puesto adecuado.
Ciudadano
¡Ojo!
Señor director:
¡Cómo cambia el lenguaje! Se transforma, evoluciona e involuciona.
Ahora dice la gente: ¡Ojo CON eso! Antes decíamos: ¡Ojo A eso! La actual es incorrecta según la Gramática, la correcta es la vieja.
Cuando niños nos preguntaban por los colores de la bandera colombiana; respondíamos: Amarillo, azul y rojo. Nos comentaban: ¡Colorao tengüestiojo!
Don Cecilio
La desinformación del caso Uribe
Señor director:
El pasado 14 de julio el señor Luis Felipe Henao, en su columna de El Tiempo, hace mención al juicio contra Álvaro Uribe. Inicia diciendo que el expresidente es juzgado por un acto de soborno sobre tres testigos y nada más, obviando que de este suceso se desprenden tres cargos penales como son soborno a testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal; este detalle hubiese sido relevante aclararlo, considerando la forma en que demerita las pruebas de la Fiscalía.
Menciona los “endebles testimonios” presentados por la Fiscalía, la declaración de la esposa de Monsalve en que, dice Henao, deja claro que se tendió una trampa para incriminar a Cadena, cosa absolutamente falsa y que no se puede determinar desde dicha declaración; finalmente, indica que Uribe nunca da orden concreta de llevar a cabo un soborno, además de no haber dádivas de por medio, por lo que no se puede considerar como tal la intervención de Cadena con varios testigos.
Pero, parece que al señor Henao se le olvidó mencionar los múltiples pagos de Cadena a Carlos Enrique Vélez o la revisión judicial gratuita ofrecida por el mismo personaje a Monsalve a cambio de retractarse, cosas que pueden ser interpretadas como las dádivas de las que carecen las pruebas según Henao; también omite que en las grabaciones del reloj espía la conversación se sostiene alrededor de beneficios jurídicos para la retractación de Monsalve, cosa que efectivamente determina soborno; por último, la figura del “determinador” no requiere una orden directa, sino la instigación al acto con la que sí se puede ver involucrado Álvaro Uribe.
Por lo tanto, es impresentable que, aún a vísperas de que el expresidente quede absuelto por vencimiento de términos, exista tal desinformación de Luis Felipe Henao, que quiere defender a un hombre cuando menos polémico en Colombia, a costas de la omisión y tergiversación de información para sus lectores, que va en contra de los principios que deberían regir en los medios de comunicación.
Mauricio Villada Cardona
Deudas pendientes de la reforma laboral
Recientemente fue sancionada como ley de la República la reforma laboral, que atravesó por una alta polémica, con pros y contras, por diversos estamentos de la sociedad colombiana. Si bien es loable la reivindicación de los derechos laborales que se habían perdido, en gran parte, a partir de la paradójica contrarreforma laboral del 2002, vale la pena considerar algunos aspectos paralelos.
La reducción de la jornada laboral a 44 horas semanales, a partir de este mes de julio, y progresivamente a 42 horas, que quizás busca un sano equilibrio entre vida laboral y personal, pero será un momento para demostrar que la productividad no debe estar ligada a las horas laboradas, más bien a resultados, logro de objetivos y aproximándonos a las jornadas laborales semanales alrededor de las 40 horas de potencias mundiales como Estados Unidos, Alemania, Japón y España, que ostentan, sin duda, condiciones socioeconómicas muy distintas a las nuestras.
Sin embargo, continúa sin saldarse una deuda histórica: La dichosa “formalización laboral” que, recordemos, sigue siendo un problema significativo en el 2025. La tasa de informalidad se mantuvo
en 56,8% en el trimestre febrero-abril, según el DANE. Significa que más de la mitad de los trabajadores colombianos trabajan en la informalidad, sin acceso a beneficios laborales ni seguridad social. La tasa de informalidad laboral en Colombia ha aumentado en los últimos meses, alcanzando
niveles similares a los observados durante la pandemia. Dicha tendencia es evidenciada, entre otras cosas, con una mayor ocupación del espacio público a través de las ventas informales. Es decir, en Colombia hay 23.7 millones de trabajadores, de los cuales 13.4 millones están en la informalidad. En otras palabras, de cada 10 empleos, 6 son informales.
No puede desconocerse que la reforma laboral y, de manera preocupante, no realiza una diferenciación entre el tamaño de las empresas. Cobija, sin importar esta condición, a todo tipo de empresas, sin olvidar que hay aproximadamente 1.74 millones de empresas activas, de las cuales más del 99% son micro, pequeñas y medianas (Mipymes), que generan el 79% del empleo y contribuyen con cerca del 40% del PIB anual.
Esas Mipymes, que son el esfuerzo del diseñador gráfico que decidió independizarse, la visión de la
repostera que transformó su receta familiar en un emprendimiento o la familia que le apostó a montar una distribuidora, ahora se preguntan: ¿quién podrá defendernos? Mientras tanto, contratistas del Estado (de los cuales 2.5 millones de personas trabajan con un contrato por prestación de servicios en el sector público) estarán expectantes porque se privilegie el contrato a término indefinido y se salde también su deuda.
Juan Felipe Orjuela Álvarez
“Monseñor José Miguel, bájele al ego”
Señor director:
La reciente publicación de Álvaro Alzate deja mucho qué decir de un obispo al que se le quiere cercano, amable, cordial, que camine con los pobres. Que los sacerdotes le tengan miedo a su obispo deja entrever un dirigente encerrado en sí mismo, sin deseos de dialogar, con la verdad a cuestas y por ende, con la tentación del fanatismo. Para evitar estos problemas que tienden a dividir la Iglesia, basta con tener sencillez y humor, bajarle al ego y entrar en diálogo con el mundo.
No es cuestión de creerse portador de la verdad y refutar todo, sino de entrar en dinámicas de reconciliación y paz. Ojalá este llamado de atención sea un principio de cambio personal.
Juan Benito Alzate
Comunicado del Arzobispo de Manizales
Señor director:
A raíz de la publicación que hice en el importante diario La Patria recientemente sobre algunas inconformidades de sacerdotes con el arzobispo, José Miguel Gómez Rodríguez, el prelado se pronunció con el siguiente comunicado, en un acto de bondad, nobleza y humildad, lo cual lo exalta en su grandeza como Pastor:
“ ¡Muy buen día para todos!
Me complace saludarlos desde la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. Estamos reflexionando sobre la virtud de la esperanza en medio de las situaciones nacionales, diocesanas, pastorales y personales que nos conciernen. En ese contexto hemos reflexionado también sobre nuestra existencia y nuestro ministerio, tanto el de ustedes como el del obispo, valorando enormemente lo que ustedes son y su servicio precioso al pueblo de Dios.
Les escribo de manera especial para decirles que soy consciente de las olas que, desde ayer y en el día de hoy, tratan de agitar el mar por el que navega la barca de la Iglesia. Los invito a vivir este momento con los ojos fijos en Jesús, verdadero y único motivo definitivo de esperanza, quien calma todos los mares agitados. En momentos como este, tenemos que depositar toda nuestra confianza en Dios y evitar cualquier tentación de confrontaciones o de desánimos. Seguimos adelante, queriéndonos unos a otros, ayudándonos los unos a los otros y procurando, todos, dar los pasos de conversión necesarios para responder con fidelidad y entusiasmo a la vocación con la que el Señor nos ha sorprendido.
Cada uno de ustedes es para mí el mejor amigo, el compañero de camino y, como dice San Pablo, “mi joya y mi corona”. Aprovecho la ocasión para agradecerles su valiosa indulgencia para con mis fragilidades y limitaciones tan evidentes, así como para pedirles perdón por mis errores y desaciertos en nuestra relación. Los invito, con toda confianza, a que ustedes mismos abran los espacios que consideren necesarios o importantes. Siempre estoy a su servicio y los espero con afecto fraternal y paternal. Todos saben que, entre la solicitud de un encuentro y la realización del mismo nunca transcurren más de ocho días.
La Inmaculada Madre, que guardó todas las cosas de Jesús en su corazón, nos enseñe a mantener su presencia y a vivir con infinita discreción momentos en los cuales se requiere que la Iglesia, a la que amamos hasta querer dar nuestra vida por ella, no sea lastimada.
Demos testimonio de alegría en el ministerio que ejercemos cada día, esforcémonos por estar muy cercanos a nuestra gente, serviciales, piadosos, caritativos, etc., que el resto lo hará, sin lugar a dudas, aquella quien amamos: el Pastor de los pastores.
Con mi bendición y afecto, en Cristo, José Miguel”.
Alvaro Alzate Ussma
¿A quiénes estamos enriqueciendo?
Señor director:
A varias empresas privadas, sociedades y hasta particulares que tienen el enorme privilegio de manejar las entidades prestadores de servicios públicos en el país. Los ejemplos son muy simples. A una familia de estrato 4 o menos le aplican una astronómica suma por recogerle una bolsita de basura semanal. Igual pasa con el gas domiciliario, el teléfono, la televisión, el internet, el agua, la energía eléctrica; bienes que son nuestros, pero que por esas cosas de la política y de las leyes se los han entregado a particulares para su explotación. No hay caridad, ni claridad, en estos temas cuando el propio Gobierno dice que no tiene competencia para ordenar rebajas en tan escandalosas tarifas. Estamos enriqueciendo a unos pocos, mientras la mayoría de la gente deja de comer y paga a tiempo las facturas frente a la amenaza de que le van a cortar tales servicios. Con toda razón dicen que nuestra amada Colombia es uno de los países más desiguales del mundo.
Bernardo Molina Marulanda
El zar y Rasputín
Señor director:
Una columna del 14 de junio dice que Pedro el Grande, de Rusia, no le correspondió a su religioso preceptor. El preceptor religioso era el monje ortodoxo Rasputín; el zar era Nicolás II.
Un profesor
Usan a los niños
Señor director:
Da grima ver otra vez a los y las inmigrantes, como debe decirse ahora para no herir suspicacias, usando a los niños para pedir limosna con el disfraz de una bolsita de dulces. Las y los he detectado al lado del D1 de la calle 50; en la carrera 22 entre calles 20 y 21; en la misma calle 20 sobre el muro del banco; frente a TIGO, frente a la Universidad Católica y también en la carrera 21 entre calles 21 y 22. El caso más dramático es el de una señora, agresiva, maluca, que hace su “trabajo” con un niñito de 8 o 10 años que ya va para habitante de calle. Dije agresiva porque soy testigo de cómo insultó y agredió físicamente a un anciano de más de 80 años porque le reclamó la presencia del muchachito en esas labores.
Un lector
La agresividad de los agentes de tránsito
Señor director:
El control del tránsito hace unos años lo hacía la Policía en Manizales, y luego pasó a los agentes de tránsito, de quienes desconocemos completamente su formación académica y en relaciones humanas. Es sumamente deplorable la manera como se vienen comportando, no solo con el acecho y acoso con los conductores, impartiendo comparendos a diestra y siniestra sin la más mínima consideración ni compasión; sumada la agresividad, pues ya estamos viendo con frecuencia actos deshumanizados y bochornosos en los cuales están golpeando a la gente reduciéndola con el uso de la fuerza. Ya es hora, señor alcalde y secretario de Movilidad que se considere volver a que esta función la siga prestando la Policía. La ciudadanía no soporta más esta infame situación.
Alvaro Alzate Ussma
Utopías ideológicas, no humanas
Señor director:
Estoy harto de la política colombiana. Qué mamera. Que Petro, Uribe, Santos, Duque, Gaviria, Samper, Pastrana, Lleras. Pienso que la crisis colombiana se debe a las ideologías políticas. No son, como lo significa Polis, política de bien común, sino de ego para los matriculados en cada ideología. Los de otras ideologías son mis enemigos: causa de la violencia en Colombia. Lo dice la canción “A quien engañas abuelo”: a unos los matan por godos y a otros por liberales. Qué estupidez. Unas ideologías dividen y vuelven enemigos a los que compartimos la misma cuna, terruño, sangre, genes. La colombianidad es lo que nos une en verdad. Y otra consecuencia de las ideologías políticas: la corrupción.
Beneficios para los de mi ideología: contratos, prebendas, enriquecimientos. No dudo en decir que las ideologías políticas son las causantes de la violencia y la corrupción. Y entonces planteo una 1.ª utopía: Suprimir las ideologías políticas y buscar otros medios para los procesos democráticos electorales. O sea, una reforma política. Un ciudadano, con determinada profesionalización, concibe un proyecto de bien común para los colombianos, lo expone y busca personas que lo respalden y logra así entrar en un proceso democrático electoral. Unas personas unidas que conocen a x ciudadano lo proponen para que ingrese en una propuesta democrática electoral.
2.ª utopía: Reforma fundamental del Congreso en número de miembros, salarios, prebendas económicas. Así es parte de la reforma tributaria. 3.ª utopía: Si se discute el salario mínimo entre empresarios, gobierno y trabajadores debería también discutirse el salario máximo, teniendo en cuenta un criterio de igualdad social. Y que lo privado (fútbol) esté conforme con su entorno social. 4.ª utopía: Todo servidor público debe tener abierta a la sociedad sus documentos de declaración de renta, cuentas bancarias, ingresos.
5.ª utopía: Profesionalización y rotación obligada en el servicio público. 6.ª utopía: Creación y práctica de un proyecto reeducativo, estudio y trabajo, para los presos y los habitantes de calle. 7.ª utopía: Cátedra de ética ciudadana en colegios y universidades. Es el derecho fundamental primario, la tierra es para todos. Colombia, un Estado de derecho.
Alirio de los Ríos Flórez